lunes, 7 de noviembre de 2016

Cocina "convivial"

Foto cortesía de www.shop.telegraph.co.uk


En Francia lo llaman “Cocina convivial”. No tiene traducción exacta, pero se refiere a una cocina que fomenta el encuentro entre amigos o familiares, el buen rollo, incluso. 

Es propia de países más al norte, que salen menos a socializar a bares y restaurantes. En lugar de eso, se juntan en las casas de unos y de otros, debido a:

- El clima: hace más frío, anochece antes, apetece menos. Están acostumbrados a acostarse antes y madrugar más. No invita a trasnochar fuera de casa.
- El carácter. Prefieren lo conocido, la gente amiga o familia que ir por ahí.

Además de comer, luego hacen sobremesas largas, muy largas, charlan, juegan a juegos de mesa, etc…

Regla número 1 de este tipo de cocina y de encuentros: los anfitriones no tienen que trabajar, también tienen que disfrutar del encuentro y de la comida. Eso determina qué tipo de cosas se van a comer.

Hay toda una serie de artefactos o pequeños electrodomésticos para este tipo de encuentros. Algunos han llegado a España, otros no. Todos tienen en común que la persona que recibe a los invitados sólo tiene que preparar los ingredientes y sacarlos a la mesa, porque los invitados van a servirse y prepararse sus propios platos mientras charlan, y nadie estará sirviendo a los demás. Todos son iguales y todos disfrutan del encuentro.

La fondue y la raclette ya son conocidos, y mucha gente tiene una en su casa.

También hay una piedra caliente, como las que te ponen en algunos restaurantes de carne, que se llama en francés “Pierrade”.

Otra modalidad es una plancha que se calienta y sobre la que se ponen pequeñas sartenes en las que cada uno se hace sus pequeñas tapitas de recetas de lo más variado. Como una cocinita de juguete en la mesa del comedor.

Y no olvidemos las crêpes y los gofres. Un aparato que también se pone en la mesa y permite que cada uno (hasta 6 personas) se haga sus pequeñas crêpes dulces o saladas a la mesa.

Pinceladas de cocina malagueña


Foto cortesía de www.palabradestosic.wordpress.com
En la provincia de Málaga, aunque pensemos que sólo hacen bien el pescaíto frito y los espetos de sardinas, hay muchas más cosas ricas que comer. No olvidemos que además del mar, donde se abastecen de pescados, tienen la serrania al lado (con embutidos magníficos) y buena verdura de la vega de Málaga.

Yo hoy he seleccionado cinco recetas de platos que, personalmente, me llaman y seguramente haga en casa. Pero hay muchos más, ¿eh?

Málaga tiene un bocadillo muy especial, que es el “campero”. En un pan parecido al de los molletes, el básico es de jamón york, queso, mayonesa, tomate y lechuga. Luego hay variantes con pollo a la plancha o asado, o incluso atún. Este bocadillo tuesta y se aplana, y se come calentito y con el queso fundido. Ays, madre, qué ganas de probar uno…

Una sopa fría, prima hermana del gazpacho, es el ajoblanco. Aquí el protagonista no es el tomate, sino las almendras (de ahí la blancura). Y también el ajo, claro está. Evidentemente, ligero y bajo en calorías, no es. La almendra es rica y sana, pero también energética. Así que el ajoblanco no es para empapuzarse, pero sí un rico aperitivo que si lo hacemos nos puede durar perfectamente en la nevera 2 o 3 días. Un dato: el ajoblanco malagueño se suele acompañar de uvas, concretamente de la variedad moscatel, ya que el contraste del dulce de la uva con la cremosidad y el picorcillo del ajo de la sopa hacen muy buena pareja.

Otra sopa fría muy típica de esta provincia es la porra antequerana. Una especie de salmorejo, más espeso y contundente todavía, hecha con pan candeal, tomates, pimientos, ajo, vinagre, aceite y sal. Se acompaña de huevo cocido, atún en aceite y jamón serrano picadito por encima, así como de un chorreón de aceite de oliva. La porra antequerana puede ser fría (o “crúa”, como dicen allí), que es la que hemos explicado, o caliente, con los mismos ingredientes, pero caliente y con el acompañamiento compuesto por morcilla o tocino. Ojito con el aceite: hay que echarlo al final, para que la porra quede bien.

El Plato de los Montes es otro clásico de la cocina malagueña. Un contundente plato combinado con el que, según cuentan los que lo han probado, se come más que de sobra, y por un precio muy, pero que muy ajustadito. ¿Qué lleva? Patatas fritas, pimientos fritos, huevos fritos, chorizo frito y lomo en manteca colorá. Una bomba calórica que, por qué no, apetece y no está mal de vez en cuando.

Pero en Málaga no todo es contundencia y calorías, también se puede comer ligerito, de ensaladas. Como la ensalada malagueña. Una refrescante combinación de sabores: patata cocida, bacalao desalado, naranja y cebolleta.

El sobao pasiego

Foto cortesía de www.expoalfindenactiva.es

Los sobaos pasiegos tienen su origen en el Valle del Pas, en Cantabria, donde empezaron a hacerse hará unos 200 años. No es un bollo demasiado antiguo, en realidad.

Son una especie de magdalenas grandes y cuadradas, también con su papelillo individual, que se llama “gorro”, aunque algunos son de tamaños enormes, en comparación con las magdalenas. Los hay pequeños (entre 20 y 40 gramos), medianos (entre 40 y 80) y grandes (entre 130 y 180 gramos). La superficie es tostadita, pero la miga es muy amarilla (por los huevos), la textura es densa y esponjosa, son dulces, aunque no en exceso: en el sabor domina mucho la mantequilla.

¿Por qué ese nombre? Pues porque en origen se hacían con los restos de la masa de pan, a la que se añadían mantequilla y azúcar. Y para incorporar bien estos otros ingredientes a la masa del pan, hacía falta amasar mucho, “sobar” la masa durante un buen rato, para que se mezclara todo bien. De ahí el nombre: Sobaos.

Con el tiempo, se añadió a la masa huevos, ralladura de limón y un poco de ron o anís. A finales del siglo XIX, se cambió la masa de pan por harina, y la receta de los sobaos quedó establecida prácticamente igual que la que ha llegado hasta nuestros días.

La zona de elaboración de los Sobaos amparado por la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) 'Sobao Pasiego', se encuentra centrada en la comarca del Pas, que abarca la zona geográfica delimitada por los rios Pas y Pisueña y el área de influencia de dichos ríos. Se encuentra, por lo tanto, situada en la zona centro de la Comunidad Autónoma de Cantabria. La Denominación de Origen la tienen desde 2004.

Hay muchas recetas en la red para hacer sobaos. Personalmente, nunca me he atrevido. Porque los sobaos buenos están tan buenos, que tengo mis dudas de poder llegar a ese nivel haciéndolos en casa. Además, son bombas calóricas, ojito con la mantequilla que llevan. Y el azúcar. Así que cuando tengo antojo de sobaos, compro una caja, que duran bastante sin perder esponjosidad, y me los como muy poco a poco.

Mi marca favorita, de todas las que he probado, es Joselín. Tienen una tienda en el mercado de Vallehermoso, para los que estéis por Madrid. Pero sirven a toda españa desde su tienda online.

Y no, no me patrocinan. :-)

martes, 11 de octubre de 2016

El queso Morbier

Foto cortesia de www.los-almendros.com.ar
El Morbier es un queso francés que se elabora con leche cruda de vaca. Su nombre procede de la población de la que es originario en Jura, región de Franche-Comté, al noreste de Francia.

Es un queso semi-duro, de pasta elástica, mantecosa de color marfil a amarillo pálido. Digamos que su texura se parece más al queso de Mahon o de bola que al Camembert o al Brie.


No es un queso viejo ni fuerte, ya que tiene una maduración de 2-3 meses y materia grasa de 45%, pero tampoco tierno ni soso. Tiene carácter, pero no apabulla.

Su periodo de degustación óptimo es de abril a octubre. Se elabora con leche de vacas de las razas Montbéliarde o Simmental Francaise y lo principal de estos rebaños es que las vacas son alimentadas por forraje procedente de las praderas de la zona, lo que le confiere a la leche una gran calidad y sabor a hierba fresca tan especial. Además no se permite usar en su producción, nada más que leche, el cuajo, sal y fermentos lácticos.


¿Qué tiene de especial este queso que lo diferencia, incluso visualmente, de otros similares, como el raclette o el reblochon? Su característica principal es el fino hilo de tono grisáceo/negro que atraviesa el queso. Es ceniza o carbón, en recuerdo a como se elaboraba antiguamente. Su origen está ligado al queso Comté. Los granjeros cuajaban la leche para hacer queso Comté y la materia prima que sobraba al completar un queso, era depositada en un cubo a la espera de la siguiente leche. La pasta se cubría con cenizas para desinfectarla y mantener alejados los insectos. Estos quesos eran un producto de aprovechamiento de las sobras de la leche, para consumo propio del granjero. Hoy en día se conserva esta costumbre de la franja de ceniza, lo que le confiere un sabor ahumado y acre, aunque su forma de hacer es diferente: se hace la pieza, se divide por la mitad cortando con un cuchillo cubierto de ceniza, se espolvorea y se cubre con la media pieza.


Tiene denominación de origen desde el año 2000 y sólo se puede producir en la zona del Jura (en la misma que el Comté, lo cual ratifica su origen común).

Es un queso perfecto para fundir (raclette, fondue…), así que se puede usar sin miedo en pizzas o para gratinar o para sandwiches de jamón y queso en caliente, por ejemplo. En una ensalada de escarola con dados de bacon y de este queso.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

La bota



Hoy vamos a cerrar la serie dedicada a esos tres envases o recipientes tan españoles y veraniegos a los que hemos pasado revista durante los últimos meses. Después de hablar del botijo y del porrón, hoy le toca a la bota. Otro sinónimo de calor, aunque como en el caso del botijo, no sólo de fiesta y desenfreno. La bota ha acompañado a los trabajadores del campo, a los de las obras e incluso, como veremos hoy, al ejército.  

La bota es otro recipiente para guardar y transportar líquidos, en este caso vino. Es resistente, ligera, flexible, ya que está hecha de piel, cuando es natural, de cabra. Ahora también las hay sintéticas.

La bota original está hecha de piel de cabra, el interior se impermeabiliza con pez y el pitorro se hace con asta de toro. O sea, que no puede ser más bio y ecológica. Aunque con los nuevos tiempos la impermeabilización ha pasado a ser de látex, el exterior se hace con cueros más baratos e incluso sintéticos y los pitorros son de plástico.

De los tres que hemos visto durante esta serie, es la menos "social", aunque también se comparte, pero tiene un punto de objeto personal que no tienen ni el botijo ni el porrón. La bota es de su dueño, y puede dejarte echar un trago, pero el propietario siempre tendrá prioridad y la llevará él. Fiestas y festejos (las corridas de toros, por ejemplo, siguen siendo territorio de la bota), son su hábitat natural, aunque también el campo, algunas labores agrícolas (vendimia, por ejemplo) o la caza.

miércoles, 31 de agosto de 2016

El Asado Argentino: una colaboración de Jean Bedel para Gastrocosas


Por primera vez, y quien sábe si sentando un precedente, GASTROCOSAS tiene un colaborador muy especial. El gran Jean Bedel, compañero de podcasting, tuitero de pro y bonaerense de nacimiento, se pone hoy el delantal para contarnos los muchos secretos de un buen asado argentino. Curiosidades y consejos que seguro que despertaran el hambre a los carnívoros que le escuchen.


lunes, 15 de agosto de 2016

El porrón


Después de haberle dedicado un post al botijo, hoy le toca a su primo hermano alcoholizado: el porrón. Otro recipiente, en este caso de vidrio, que comparte con el botijo su carácter colectivo y veraniego, aunque con un punto fiestero propio de su contenido espiritoso que le hace una presencia habitual en reuniones, jaranas y celebraciones en las que se junta gente con ganas de pasarlo bien.

El porrón es limpio, ahorra fregar vasos y predispone a las risas y el chascarrillo, aunque también a la competición y a la chulería. Al pitorreo, porque no es fácil beber bien en un porrón, y en toda reunión que se precie hay siempre algún novato inexperto que se mancha bebiendo y no acierta con el chorrete en la boca. Al pique sano, porque el bebedor de porrón siempre querrá perfeccionar su técnica, ese arco cuanto más alto y lleno de florituras, mejor.

El porrón suele llenarse de vino, vino con gaseosa, cerveza o claras de cerveza, aunque admite cualquier líquido con graduación alcohólica. Este recipiente tan sandunguero tiene una virtud curiosa, pero real: no hay mal vino que metido en el porrón no mejore, o si no tanto, no logre que olvidemos que el vino no es tan bueno como quisiéramos. Tal es el poder de la frasca del pitorro, que hace que lo importante sea la compañía, la fiesta y el ambiente, más que la calidad de las bebidas escanciadas.

¡Bebed en porrón, buenas gentes! Más que nada porque un porrón en una mesa significa gente querida cerca, celebración y risas garantizadas.

martes, 9 de agosto de 2016

Gastrofilmoteca/2: "Ratatouille"


Hoy en la Gastrofilmoteca de GASTROCOSAS vamos ha echar un vistazo a una de las películas gastronómicas por excelencia. Se trata de "Ratatouille", la película de animación de Pixar en la que la rata Rémy consigue un sueño casi imposible, y lo que es mejor, logra que el espectador lo comparta: que una rata de alcantarilla se meta en la cocina de un restaurante francés y no sólo no nos de asco, sino que nos encante verlo.

Así charlamos sobre ello en el episodio 50 de "Invita la casa".


lunes, 18 de julio de 2016

Mis 5 blogs de gastronomía favoritos


Leer blogs de cocina me gusta tanto o más que cocinar, pero si tengo que elegir sólo unos cuantos y que me dé la vida para hacer otras cosas (entre ellas, cocinar), elijo estos cinco: 

  • EL COMIDISTA. El Blog de Cocina, así, en mayúsculas. Si ya lo era cuando sólo lo hacía Mikel López Iturriaga, ahora que tiene un montón de colaboradores (Biscayenne, Iban Yarza o Marta Miranda, la de crockpotting, entre otros…), es aún mejor. Cantidad de recetas, pero también videos divertidos (muy míticos los de catas a ciegas de cervezas, quesos… buenos y de marca blanca) reportajes y artículos interesantes. Sin olvidar que una vez al mes publica un consultorio de los lectores delirante y surrealista, el ya legendario “Alo, comidista?” http://elcomidista.elpais.com/


  • MERCADO CALABAJÍO. el blog de Carlos Dube es uno de esos blogs que admiro y me gustaría poder lograr que el mío fuera la mitad de bueno,  por lo bien que explica las recetas y los platos que elige. Cocina española, algunos platos exóticos. También cuenta algunas visitas a restaurantes, y analiza productos. Muy bueno y riguroso. Lleva años y la calidad se mantiene. De mis favoritos de siempre. http://www.mercadocalabajio.com/


  • BISCAYENNE. Como dije antes, colaboradora de El Comidista, aunque mantiene su propio blog y colabora con diversos medios de comunicación. Sus recetas son originales, se atreve a recuperar recetas antiguas, porque es una loca por los recetarios ya no viejunos, sino antiguos. Sabe mucho, y lo que no sabe, lo investiga con un rigor increíble. Un ejemplo, el último post de su blog, sobre los orígenes de las tapas. Desmontando con rigor histórico mitos que nadie se molesta en comprobar y documentar. Muy fan. También quiero ser como ella de mayor.


  • UNO DE DOS: el blog de Pamela Rodriguez, aunque pone especial atención a las recetas dulces y a la repostería, también deja espacio a lo salado. Recetas muy ricas, bastante sencillas, y muchos años ya de curro, con lo que se puede encontrar casi de todo en el indice de recetas del blog. http://www.unodedos.com/


  • WEBOS FRITOS: qué decir que no se sepa ya del blog de Susana, Su. Una bloguera que hace tiempo que dio el salto al papel, pero que sigue manteniendo un blog vivo, dinámico, riguroso, lleno de mil ideas y platos. Una institución en la blogsfera culinaria, además de una mujer encantadora y simpatiquísima (me firmó su libro en la feria del libro, y fue genial). https://webosfritos.es/

El botijo


¿Qué es un botijo? Pregunta tonta, o no tanto, porque seguro que mucha gente con menos de 20 años no ha visto ninguno en su vida. Ya no hay botijos en las casas urbanas, por la sencilla razón de que hay frigoríficos. Porque ése fue el gran enemigo y exterminador del botijo: la electricidad y los frigoríficos. Antes, el agua fresca era algo que sólo se podía conseguir con el milagro que se producía dentro de esas vasijas de arcilla con dos pitorros: uno más ancho para rellenarlo, y otro más fino para beber a chorrete por él. ¡Sin chupar, ojo, que el botijo se comparte y no es cuestión de beberte las babas de otros!

El botijo enfría porque el calor exterior hace que el agua se evapore a través de la arcilla, que es porosa. Y en ese proceso de evaporación, el agua que queda sin evaporarse, se enfría. Tanto que puede ponerse 10 grados por debajo de la temperatura ambiente. Digamos que es como si el agua para evaporarse usará el calor de la propia agua, y dejara sólo agua fría dentro. O sea, que si fuera hace 35 grado, el agua del botijo estará a 25, lo cual no está nada mal.

¿Sólo para agua? Pues sí, es lo suyo. Salvo fiestas patronales y juergas varias, en el botijo sólo se bebe agua. Porque es un invento muy, muy antiguo, y en esa época no había más que agua. Bueno, había más cosas, pero para trabajar en el campo, no era plan de llevarse vino o cerveza...

Aunque se podría echar en un vaso, del botijo se bebe a chorro. El botijo no es personal, es de todos los que viven en la casa, y si viene alguien, también puede echar un trago si viene muerto de calor. Ese carácter de compartir es una de las cosas buenas del botijo. Y que la sociedad individualista y egocéntrica que tenemos no valora. ¿Por qué no hay un botijo en las oficinas, en lugar de las botellitas de plástico en cada mesa, que terminan calentorras al cabo de un rato? Ir a beber al botijo sería una forma de estirar las piernas y charlar un poco con el vecino… Habría que darle un pensamiento.

Ha habido botijos desde épocas ignotas, desde la antigua Mesopotamia. Sería una pena perder un invento tan ingenioso y tan sostenible, ahora que tan de moda está esa palabreja…

Reconozco que no tengo botijo en casa, pero... ¡todo se andará! 

jueves, 7 de julio de 2016

Gastrocosas Pod o de cómo Gastrocosas también puede oirse


Hace apenas un año, Gastrocosas nacía, y mucho ha pasado desde entonces, aunque no siempre se haya reflejado en estas páginas. Porque Gastrocosas empezó como un proyecto escrito, y sigue siéndolo, pero pronto dio el salto al audio, y cada dos semanas mutaba en una sección de un podcast, "Invita la casa". Y aunque en algún momento pareciese que esto andaba muy parado porque no escribía posts nuevos, nada más lejos. Al menos, cada quince días, yo hablaba de gastronomía. De algunos temas ya había escrito aquí, pero de muchos, no. Así que para que esos ratitos oídos no se pierdan "como lágrimas en la lluvia", que diría el otro, voy a recuperarlos y se podrá encontrar un reproductor con el fragmento de cada uno de los podcasts en su correspondiente post. E igualmente, de ahora en adelante, publicaré post + podcast, o si sólo hay audio, el audio de ese episodio.
A partir de ahora, se podrá escuchar también por aquí la sección de Gastrocosas que desde hace unos meses forma parte del podcast "Invita la casa". A través del reproductor que aparece en cada post, se podrá acceder a ese fragmento, aunque si os apetece escuchar todo el podcast, podéis hacerlo: tenéis el link en la parte superior de la página.

¡Que lo disfrutéis!



domingo, 19 de junio de 2016

Gastrofilmoteca/1: "La cocinera del presidente"


Inauguramos la subsección de la Gastrofilmoteca de Gastrocosas con una película francesa, lo cual hablando de cocina ya es una garantía de que seguro que van a salir cosas ricas. Se trata de "La cocinera del presidente". Un largometraje de 2012, inspirado en la historia real de Danielle Delpeuch, una señora que fue cocinera privada del presidente de la República Francesa, François Miterrand. Una historia llena de sabores y aromas de la más pura cocina tradicional gala.

Abrimos esta subsección con una película francesa, que coge un personaje real que parece inventado, pero no lo es.


Se llama Hortense Laborie y es una reconocida chef de la región francesa del Périgord. Sin embargo, está convencida de que, como profesional, no será capaz de dar la talla para cumplir la misión que le ha sido encomendada: ser la cocinera particular del presidente de la República Francesa. En realidad, es el nombre ficticio de un personaje real: Danièle Delpeuch, que fue la chef personal del presidente François Mitterrand durante dos años en el Palacio del Elíseo.


Unos años nada fáciles para Hortense, cuyos métodos de trabajo chocan con los de sus compañeros en las cocinas del Eliseo. Pero el presidente la ha contratado porque quiere recuperar los sabores de la cocina francesa más auténtica y tradicional, y Hortense lo va a hacer.


A partir de ahí, la película es una gozada visual para los amantes de la buena mesa, con platos y elaboraciones que están diciendo ¡Cómeme! Un paseo por algunas de las recetas más clásicas de la cocina de nuestros vecinos del norte, que dan ganas de comprarse un libro de recetas francesas, esa es la verdad. Porque Hortense no es una cocinera de pitimini, sino que juega en la liga de la cocina de toda la vida, platos sencillos elaborados con buenos productos de proximidad.

Demasiada pasión para un sitio tan rígido como el palacio presidencia: Hortense no dura mucho, y termina cambiando los mármoles del Eliseo por el hielo de la Antártida.

FICHA TÉCNICA
  • LA COCINERA DEL PRESIDENTE (LES SAVEURS DU PALAIS)
  • AÑO 2012
  • DIRECTOR: ETIENNE COMAR

jueves, 9 de junio de 2016

La Pecera del Círculo de Bellas Artes. Nueva carta de tapas y cócteles.

Confieso que dos veces en mi vida me he sentado en la terraza del café-restaurante del Círculo de Bellas Artes. La segunda fue ayer, y me encantó disfrutar del cambio, de pasar de mirar a ser mirada por la gente que pasaba por la calle de Alcalá. La primera fue hace más de veinte años, un café, una cita que fue primera y última. No, no voy a hablar de la primera vez, sino de la segunda.

La Pecera, que ése y no otro es el nombre de este sitio con tanta solera (y años, que abrió en 1926), ha presentado una nueva carta de tapas y cócteles, y Gastrocosas ha tenido la suerte de poder probarlo todo. Una carta original, con muchos aciertos y algunos platos demasiado arriesgados, pero en conjunto muy apetecible.

Vamos a echar un vistazo a algunos de ellos. Pero primero, la carta completa.


Vaya por delante que mi favorito fue el único al que no hice foto. Los bastones marinados en miso con salmorejo de almendras estaban tan ricos que cuando quise darme cuenta, me había comido la mitad del palito de bacalao deliciosamente rebozado y con una jugosidad y un punto exacto de sal. Lo mejor de la noche.

Del resto, destacar el tartar de salmón con berenjenas confitadas y mayonesa de tartufo. Teniendo en cuenta que odio las berenjenas y que ahí me gustaron... ¡bravo por el chef! Aunque no puedo olvidar del estupendo cebiche de gambón, qué salsa más buena la de ají y coco con yuca. Me gustó mucho.

Cebiche de gambón
Tartar de salmón y berenjena confitada





















Los platos con base de carne, tanto los flamenquines de presa, rellenos de nueces (puntazo de sabor), queso de cabra y plátano (ese contrapunto dulzón... rico), como el cochinillo (piel crujiente, carne melosa... muy bueno, aunque el chutney estaba demasiado frío, el contraste me resultó algo brusco), también fueron sorprendentes y originales, aunque reconozco que me gustaron más los de pescado. ¿Lo más flojo? Un mar y montaña compuesto por chipirones y manitas de cerdo. La ensalada de vieiras, fresas y remolacha, una explosión de color rojo, pero quizás dulzona en exceso.

Flamenquines de presa ibérica


Cochinillo confitado

En conjunto, unos platos muy apetecibles, ligeros (el formato tapa es perfecto para la tarde-noche), y como remate una carta de cócteles muy variada, que no sólo de gintonics vive el hombre...






domingo, 5 de junio de 2016

Una semana (ni siquiera) sin azúcar. Mi experiencia.


¿Se puede vivir reduciendo drásticamente el azúcar? Claro que sí, millones de personas diabéticas lo hacen. Pero ¿si no tienes problemas de salud y lo haces porque sí? Pues es muy dificil. Yo no aguanté ni una semana. Os lo cuento en el episodio 46 de "Invita la casa".

domingo, 8 de mayo de 2016

Canales gastronómicos curiosos en YouTube


Cuando quien más, quien menos ha cogido la cámara y ha subido un video con su mejor receta a YouTube, poco margen hay ya para la sorpresa. Recetas y más recetas en montones de canales para todos los gustos. Platos fáciles, elaboraciones difíciles, comidas exóticas, guisos de toda la vida… De todo y mucho. Sin embargo, al cocinillas curioso y ansioso de probar más recetas nuevas que se aventura de vez en cuando por YouTube, todavía se le puede sorprender. Hoy vamos a hablar de algunos de esos canales de cocina que no te dejan indiferente.


Cooking with Dog


Los videos de Francis y su ama son como de coña. El caniche gris aparece en la encimera, en su camita, mirando a la señora cocinar, tranquilo, sin pedir comida en ningún momento. Es más, la mayor parte del tiempo se lo pasa durmiendo o bostezando. La señora tendrá unos cincuenta y tantos, y es la típica japonesa pulcra y sonriente. Es graciosísima, porque sus movimientos cocinando y explicando lo que hace son superprecisos, y cuando acaba sonrie a cámara y se pone firme, como una niña pequeña que hubiese terminado toda orgullosa lo que le han mandado hacer. La narración del paso a paso de la receta la hace una voz en off que se supone que es la del perro, y lo mejor de todo es que es en inglés con un acento japonés muy marcado, que lo hace muy fácil de entender. Algunos videos, además, están subtitulados en inglés.
Más allá de la estética y los personajes, el perro, su dueña y la voz en off,, las recetas que saca son fáciles y apetecibles. Algunas, con ingredientes muy locales y japoneses, pero en general son fácilmente reproducibles ahora que estamos rodeados de tiendas asiáticas. Muy, muy recomendable. Aunque sólo sea para relajarse viendo a la señora con el perrete. Y para oir la frase de cierre de cada video: “Good luck in the kitchen!”


Suzelle DIY


Este canal viene de Sudáfrica y la protagonista es una chica que parece una pin-up de los años 50. Con sus moños y su maquillaje, su ropa vintage y sus colorines pop. La chica no sólo cocina, sobre todo postres, cócteles y aperitivos, sino que también hace cosillas de bricolaje y jardinería muy apañadas. Los videos están muy bien hechos (no son para nada caserillos, los hace una productora) y pasa lo mismo que con el anterior: el inglés sudafricano se entiende estupendamente, y al estar muy teatralizado (sale a menudo una amiga, con la que hace pequeños sketches muy graciosos), es divertido de ver, más allá de que lo que hace sea bonito y fácil.


Hacking Food y Platos fáciles con Tamara


Dos canales que tienen en común la sencillez de sus recetas, lo corto de sus videos (entre minuto y medio y tres minutos) y lo rico que parece todo lo que hacen. Dan ganas de cocinarlo todo. Lo hacen a tiempo real. En el caso de Hacking Food, apenas unos cuantos subtítulos con los tiempos y temperaturas de horno, lo demás lo ves mientras lo hace, con lo cual no hay pérdida. Y con Tamara, ella lo cuenta según lo hace, en off, sin que la veamos la cara, también muy clarito. Si te gusta la cocina y controlas, redescubrirás que lo sencillo suele ser lo mejor, y que no hace falta una receta de dos páginas para sacar cosas ricas. Y si no tienes ni idea, te van a dar ganas de cocinar, fijo.

domingo, 24 de abril de 2016

Mealsurfing

España es un país en el que comer fuera es una forma de ocio. Y sin embargo, está apareciendo una nueva tendencia que consiste en no salir, sino en recibir a desconocidos en tu casa y cocinar para ellos. Cobrándoles un dinerito por ello, claro está. Esta nueva tendencia, el MealSurfing, está entrando con especial fuerza en la ciudad de Barcelona, donde se organizan impresionantes comilonas de lo más sibarita y elaborado en domicilios particulares.

La parte más interesante de este tipo de eventos es que no sólo es una forma de comer diferente dentro de tu propia ciudad, sino las posibilidades que ofrece cuando viajas a una ciudad o país diferente al tuyo y puedes ir a comer a casa de un “nativo”, con lo que eso supone de autenticidad y contacto con un habitante del lugar. No es lo mismo irse a comer a un restaurante, por muy bueno que sea, que meterte en una casa particular, donde te ofrecerán no sólo comida bastante más casera y no por eso menos bien elaborada (los anfitriones de este tipo de sitios suelen ser amantes de la comida y algunos son cocineros muy, muy hábiles), sino la posibilidad de conversar con tus anfitriones y con las otras personas que acudan a la cita, locales o extranjeros como tú. Una experiencia mucho más amplia y enriquecedora que una salida más a otro restaurante.

La primera comunidad de este tipo en aparecer fue KITCHENPARTY (www.kitchenparty.org), y fue el Estados Unidos. En Argentina existe una que se llama COOKAPP (cookapp.com).

Aquí, en España, la más activa es EATWITH (eatwith.com).

A poco que te muevas un rato por la web de EATWITH, verás cantidad de ofertas tentadoras (la mayoría en torno a los 25-35 euros), pero que sólo servirán para darte mucha envidia y ponerte los dientes largos si es que te apetece probar esto y no vives en Barcelona. Porque el 90% de lo que aparece en esta comunidad pasa en la ciudad condal. Hay menús de todo tipo, desde brunch a comidas o cenas. Aunque se ve algo de cocina tradicional, prima la sofisticación y lo exótico.

Otra tendencia de compartir comida va más allá del sibaritismo de las cenas clandestinas y es más de andar por casa: ¿y si cuando te pones a cocinar en lugar de congelarlo o comer lo mismo cuatro días seguidos lo compartieras con otras personas de tu zona? Pues eso ya se hace en Francia. La comunidad SUPERMARMITE ofrece la posibilidad de intercambiar tuppers, indicando en tu oferta el día y la hora a la que tendrás listo el plato. Por ejemplo, el miércoles vas a hacer lentejas con chorizo y en lugar de hacer para las dos personas que vivis en vuestra casa, haces para 6. Pues publicas que tienes 4 raciones de lentejas listas para las 14:00 del miércoles y que las vendes a 5 euros/ración. Los interesados se pasarán por tu casa con su tupper y tus 5 euros. Voilà! Esto podría ser bastante práctico a nivel de un pueblo, barrio o ciudad no demasiado grande, claro está: imaginaos una red de gente intercambiando platos a precios razonables, cocinados en casa y a un paso de tu domicilio. ¿Traspasará esta iniciativa los Pirineos algún día? Veremos.

domingo, 27 de marzo de 2016

"Audrey Hepburn en casa", otra biografía (distinta) de la actriz


Cuando creíamos que nos habían contado todo y habíamos visto a Audrey Hepburn desde todos los ángulos, aparece un libro curioso y muy interesante para cualquier fan de la actriz y de la cocina.

Un libro que mezcla biografía y libro de recetas: “Audrey en casa”, de Luca Dotti, su hijo pequeño. Bonito y muy emotivo.

En este libro encontrarás cincuenta recetas que son un reflejo de la vida de la actriz, ubicadas en un contexto específico,. Cada receta va acompañada de su preparación paso a paso, consejos, anécdotas relacionadas con la vida de Audrey y una emotiva colección de fotografías y recuerdos.

Entre las recetas aparece un pastel de chocolate con nata montada (para celebrar la liberación de Holanda después de la guerra), penne al vodka (uno de los platos predilectos de Hollywood para sentirse como en casa), o lubina al estilo turco (por su romance y posterior matrimonio con Andrea Dotti), entre otros.

Fotos y anécdotas más personales e íntimas de la actriz, además de recetas de ella.

Tiendas a granel

Antiguamente, se llamaban “tiendas de ultramarinos”. Porque buena parte de lo que vendían venía de allí mismo, de ultramar. De América, África o Asia. Té chino, café colombiano, bacalao de Noruega o pastas de té inglesas. Otras cosas recorrían menos kilómetros hasta llegar allí: sardinas saladas del Cantábrico, azúcar, polvorones de Estepa, lentejas o garbanzos castellanos. Alimentos que no ocupaban pulcras estanterías en paquetes bien ordenados, sino que venían en sacos, en barriles o en piezas enteras que el señor del guardapolvo que te atendía pesaba, cortaba y envolvía en papeles de estraza color gris. Nada de plásticos ni bandejitas de poliespán.

Esas tiendas agonizaron lentamente hasta prácticamente desaparecer, arrasadas por los supermercados primero y los hipermercados después. Pero ahora, vamos a intentar ver por qué, les están tomando el relevo una nueva hornada de establecimientos que ya no llevan nombres evocadores, y que son bastante distintas en concepto y productos. Algo sí que tienen en común: la venta a granel.


Ventajas:
  • Compras la cantidad que necesitas. Muy útil para hogares unipersonales.
  • Pruebas productos nuevos gracias a la posibilidad anterior.
  • Hay muchos productos ecológicos.
  • Las tiendas son muy bonitas, decoración con gusto, acogedoras, dan ganas de quedarse mirando y llevarse todo. Cuquismo total.
  • Prácticamente todo lo que venden es “one ingredient food”, o sea, alimentos no procesados que sólo tienen un ingrediente, lo que son. Son la base de una nueva corriente alimentaria, la “One ingredient diet”, a base de productos así.


Desventajas:
  • El precio. No son baratas. No hay ofertas.
  • No hay muchas. Hay que desplazarse expresamente. Es mucho más sencillo ir al supermercado de la esquina o aprovechar la compra semanal que planificar ir a una de estas tiendas, a varios kilómetros de tu casa.


En Madrid: