lunes, 18 de julio de 2016

Mis 5 blogs de gastronomía favoritos


Leer blogs de cocina me gusta tanto o más que cocinar, pero si tengo que elegir sólo unos cuantos y que me dé la vida para hacer otras cosas (entre ellas, cocinar), elijo estos cinco: 

  • EL COMIDISTA. El Blog de Cocina, así, en mayúsculas. Si ya lo era cuando sólo lo hacía Mikel López Iturriaga, ahora que tiene un montón de colaboradores (Biscayenne, Iban Yarza o Marta Miranda, la de crockpotting, entre otros…), es aún mejor. Cantidad de recetas, pero también videos divertidos (muy míticos los de catas a ciegas de cervezas, quesos… buenos y de marca blanca) reportajes y artículos interesantes. Sin olvidar que una vez al mes publica un consultorio de los lectores delirante y surrealista, el ya legendario “Alo, comidista?” http://elcomidista.elpais.com/


  • MERCADO CALABAJÍO. el blog de Carlos Dube es uno de esos blogs que admiro y me gustaría poder lograr que el mío fuera la mitad de bueno,  por lo bien que explica las recetas y los platos que elige. Cocina española, algunos platos exóticos. También cuenta algunas visitas a restaurantes, y analiza productos. Muy bueno y riguroso. Lleva años y la calidad se mantiene. De mis favoritos de siempre. http://www.mercadocalabajio.com/


  • BISCAYENNE. Como dije antes, colaboradora de El Comidista, aunque mantiene su propio blog y colabora con diversos medios de comunicación. Sus recetas son originales, se atreve a recuperar recetas antiguas, porque es una loca por los recetarios ya no viejunos, sino antiguos. Sabe mucho, y lo que no sabe, lo investiga con un rigor increíble. Un ejemplo, el último post de su blog, sobre los orígenes de las tapas. Desmontando con rigor histórico mitos que nadie se molesta en comprobar y documentar. Muy fan. También quiero ser como ella de mayor.


  • UNO DE DOS: el blog de Pamela Rodriguez, aunque pone especial atención a las recetas dulces y a la repostería, también deja espacio a lo salado. Recetas muy ricas, bastante sencillas, y muchos años ya de curro, con lo que se puede encontrar casi de todo en el indice de recetas del blog. http://www.unodedos.com/


  • WEBOS FRITOS: qué decir que no se sepa ya del blog de Susana, Su. Una bloguera que hace tiempo que dio el salto al papel, pero que sigue manteniendo un blog vivo, dinámico, riguroso, lleno de mil ideas y platos. Una institución en la blogsfera culinaria, además de una mujer encantadora y simpatiquísima (me firmó su libro en la feria del libro, y fue genial). https://webosfritos.es/

El botijo


¿Qué es un botijo? Pregunta tonta, o no tanto, porque seguro que mucha gente con menos de 20 años no ha visto ninguno en su vida. Ya no hay botijos en las casas urbanas, por la sencilla razón de que hay frigoríficos. Porque ése fue el gran enemigo y exterminador del botijo: la electricidad y los frigoríficos. Antes, el agua fresca era algo que sólo se podía conseguir con el milagro que se producía dentro de esas vasijas de arcilla con dos pitorros: uno más ancho para rellenarlo, y otro más fino para beber a chorrete por él. ¡Sin chupar, ojo, que el botijo se comparte y no es cuestión de beberte las babas de otros!

El botijo enfría porque el calor exterior hace que el agua se evapore a través de la arcilla, que es porosa. Y en ese proceso de evaporación, el agua que queda sin evaporarse, se enfría. Tanto que puede ponerse 10 grados por debajo de la temperatura ambiente. Digamos que es como si el agua para evaporarse usará el calor de la propia agua, y dejara sólo agua fría dentro. O sea, que si fuera hace 35 grado, el agua del botijo estará a 25, lo cual no está nada mal.

¿Sólo para agua? Pues sí, es lo suyo. Salvo fiestas patronales y juergas varias, en el botijo sólo se bebe agua. Porque es un invento muy, muy antiguo, y en esa época no había más que agua. Bueno, había más cosas, pero para trabajar en el campo, no era plan de llevarse vino o cerveza...

Aunque se podría echar en un vaso, del botijo se bebe a chorro. El botijo no es personal, es de todos los que viven en la casa, y si viene alguien, también puede echar un trago si viene muerto de calor. Ese carácter de compartir es una de las cosas buenas del botijo. Y que la sociedad individualista y egocéntrica que tenemos no valora. ¿Por qué no hay un botijo en las oficinas, en lugar de las botellitas de plástico en cada mesa, que terminan calentorras al cabo de un rato? Ir a beber al botijo sería una forma de estirar las piernas y charlar un poco con el vecino… Habría que darle un pensamiento.

Ha habido botijos desde épocas ignotas, desde la antigua Mesopotamia. Sería una pena perder un invento tan ingenioso y tan sostenible, ahora que tan de moda está esa palabreja…

Reconozco que no tengo botijo en casa, pero... ¡todo se andará! 

jueves, 7 de julio de 2016

Gastrocosas Pod o de cómo Gastrocosas también puede oirse


Hace apenas un año, Gastrocosas nacía, y mucho ha pasado desde entonces, aunque no siempre se haya reflejado en estas páginas. Porque Gastrocosas empezó como un proyecto escrito, y sigue siéndolo, pero pronto dio el salto al audio, y cada dos semanas mutaba en una sección de un podcast, "Invita la casa". Y aunque en algún momento pareciese que esto andaba muy parado porque no escribía posts nuevos, nada más lejos. Al menos, cada quince días, yo hablaba de gastronomía. De algunos temas ya había escrito aquí, pero de muchos, no. Así que para que esos ratitos oídos no se pierdan "como lágrimas en la lluvia", que diría el otro, voy a recuperarlos y se podrá encontrar un reproductor con el fragmento de cada uno de los podcasts en su correspondiente post. E igualmente, de ahora en adelante, publicaré post + podcast, o si sólo hay audio, el audio de ese episodio.
A partir de ahora, se podrá escuchar también por aquí la sección de Gastrocosas que desde hace unos meses forma parte del podcast "Invita la casa". A través del reproductor que aparece en cada post, se podrá acceder a ese fragmento, aunque si os apetece escuchar todo el podcast, podéis hacerlo: tenéis el link en la parte superior de la página.

¡Que lo disfrutéis!