domingo, 24 de abril de 2016

Mealsurfing

España es un país en el que comer fuera es una forma de ocio. Y sin embargo, está apareciendo una nueva tendencia que consiste en no salir, sino en recibir a desconocidos en tu casa y cocinar para ellos. Cobrándoles un dinerito por ello, claro está. Esta nueva tendencia, el MealSurfing, está entrando con especial fuerza en la ciudad de Barcelona, donde se organizan impresionantes comilonas de lo más sibarita y elaborado en domicilios particulares.

La parte más interesante de este tipo de eventos es que no sólo es una forma de comer diferente dentro de tu propia ciudad, sino las posibilidades que ofrece cuando viajas a una ciudad o país diferente al tuyo y puedes ir a comer a casa de un “nativo”, con lo que eso supone de autenticidad y contacto con un habitante del lugar. No es lo mismo irse a comer a un restaurante, por muy bueno que sea, que meterte en una casa particular, donde te ofrecerán no sólo comida bastante más casera y no por eso menos bien elaborada (los anfitriones de este tipo de sitios suelen ser amantes de la comida y algunos son cocineros muy, muy hábiles), sino la posibilidad de conversar con tus anfitriones y con las otras personas que acudan a la cita, locales o extranjeros como tú. Una experiencia mucho más amplia y enriquecedora que una salida más a otro restaurante.

La primera comunidad de este tipo en aparecer fue KITCHENPARTY (www.kitchenparty.org), y fue el Estados Unidos. En Argentina existe una que se llama COOKAPP (cookapp.com).

Aquí, en España, la más activa es EATWITH (eatwith.com).

A poco que te muevas un rato por la web de EATWITH, verás cantidad de ofertas tentadoras (la mayoría en torno a los 25-35 euros), pero que sólo servirán para darte mucha envidia y ponerte los dientes largos si es que te apetece probar esto y no vives en Barcelona. Porque el 90% de lo que aparece en esta comunidad pasa en la ciudad condal. Hay menús de todo tipo, desde brunch a comidas o cenas. Aunque se ve algo de cocina tradicional, prima la sofisticación y lo exótico.

Otra tendencia de compartir comida va más allá del sibaritismo de las cenas clandestinas y es más de andar por casa: ¿y si cuando te pones a cocinar en lugar de congelarlo o comer lo mismo cuatro días seguidos lo compartieras con otras personas de tu zona? Pues eso ya se hace en Francia. La comunidad SUPERMARMITE ofrece la posibilidad de intercambiar tuppers, indicando en tu oferta el día y la hora a la que tendrás listo el plato. Por ejemplo, el miércoles vas a hacer lentejas con chorizo y en lugar de hacer para las dos personas que vivis en vuestra casa, haces para 6. Pues publicas que tienes 4 raciones de lentejas listas para las 14:00 del miércoles y que las vendes a 5 euros/ración. Los interesados se pasarán por tu casa con su tupper y tus 5 euros. Voilà! Esto podría ser bastante práctico a nivel de un pueblo, barrio o ciudad no demasiado grande, claro está: imaginaos una red de gente intercambiando platos a precios razonables, cocinados en casa y a un paso de tu domicilio. ¿Traspasará esta iniciativa los Pirineos algún día? Veremos.