sábado, 28 de enero de 2017

Curso de cocina fusión en la Escuela de Repostería y Cocina Viena Capellanes

Desde hace tres años, vengo asistiendo esporádicamente a algunos de los cursos que, cada temporada, la pastelería madrileña Viena Capellanes imparte, compartiendo así muchas de sus recetas, tanto dulces como saladas. Y digo bien compartir, porque lejos de guardar celosamente la fórmula de sus tartas o bollos de más éxito, te enseñan a hacerlos y doy fe de que quedan tal cual los puedes comprar en sus tiendas. 

El último de los cursos de esta curiosa escuela, que los viernes abre sus puertas de la tienda de la calle Alcalá, 127, al que he asistido ha sido uno de cocina de fusión. Y aunque suene a moderno y quizás complicado, salvo por el uso del sifón en una de las recetas, ha sido uno de los más prácticos, fáciles y apetecibles de los que recuerdo. Impresionante.

El chef ejecutivo de Viena Capellanes, Daniel Rey, fue el encargado de demostrarnos a los asistentes (unas 10 personas) cómo mezclar sabores algo más exóticos con productos típicamente españoles, con resultados increiblemente sabrosos y, lo mejor de todo, rápidos y fáciles de elaborar.

La clase se abrió con mucha, pero que mucha participación por parte de los alumnos. Así, sin avisar, el profesor nos dio a cada uno un buen trozo de salmón y, en menos que canta un gallo, hicimos nuestro propio taco de ceviche de salmón con espuma de lima. Doy fe de que estaba delicioso y tan, pero tan fácil de hacer que estoy deseando repetirlo en casa. De diez.

 La segunda receta que elaboró Daniel Rey fue un couscous negro con chipirones encebollados tan original como rica. Una vuelta de tuerca a los calamares en su tinta de toda la vida que no dejó a nadie indiferente por la cantidad de variables que nos sugirió. La semola del couscous en negro, acompañada de un pescado o marisco, que en este caso fueron unos tiernos y sabrosones chipirones, pero que podría ser combinable con gambas, rape, mejillones, almejas... Un plato rápido y muy original. Sorprendente, desde luego.



Y de los pescados, saltamos a las carnes. Un curry de pollo con cacahuetes y yogur, especiado, pero suave, con unas "palomitas" de arroz salvaje, servido en pan de mollete que nos dejó simplemente sin palabras. ¡Estábamos demasiado ocupados comiéndonoslos! En la misma línea que los anteriores, increíblemente fácil y rápido de hacer. De rechupete, vamos.

Cerrando la tarde de curso, una presa ibérica macerada en especias cajun y servida en lonchas finitas en baos. Vamos, lo que se dice fusión a tope. De llorar de emoción. 

           



















En resumen, cuatro platos sencillos, a la par que apetitosos y novedosos, que voy a incorporar a mi recetario sin dudarlo. Si os gusta la cocina y os apetece pasar una tarde de viernes aprendiendo cosas nuevas, probad estos cursos, no os arrepentiréis.

Más información en: http://www.vienacapellanes.com/cursos/cursos.php