miércoles, 11 de noviembre de 2015

Gastrocosas - El Origen

Pues sí, éste fue el primer libro de cocina que me compré

Hay gente que odia la cocina. Que come porque hay que comer, y guisa porque no le queda más remedio. Personas que a la primera de cambio sale a comer fuera, y no es más feliz que cuando le ponen el plato sobre la mesa y evita tocar una sartén. Luego estamos los que casi preferimos cocinar a comer. Los que nos quedamos lelos ante un libro de recetas, y nos basta con leer cómo se prepara un plato para disfrutarlo. Los que consideramos la necesidad fisiológica de llenar el buche un regalo de la naturaleza.

Mi caso es el típico de “basta que te lo prohíban para que lo desees con más fuerza”. Cuando era pequeña, mi madre era ama y señora en la cocina. Era su territorio, y nadie más que ella cocinaba. Yo tenía derecho a muy poco cerca de los fogones. Ante eso, yo podía haber pasado del tema, total, era inútil insistir, y cocinar era cosa de madres, como planchar o cambiar las sábanas, un aburrimiento. Pero no. La cocina tenía algo distinto que no tenían otras tareas domésticas tediosas y nada apetecibles (jamás le he cogido el gusto a limpiar el polvo o limpiar baños). De hecho, uno de los mejores momentos del día para mí era el final de la tarde, la hora de preparar la cena, cuando ya terminados los deberes y con un rato libre que podía haber aprovechado para jugar, me iba con ella a la cocina a mirar cómo cocinaba. Me encantaba el trajín de platos, cuchillos y sartenes. Verla pelar y cortar las patatas para freírlas (mi padre es un loco de las patatas fritas, y las pedía para cenar un día sí y otro también), cascar los huevos y batirlos hasta dejarlos convertidos en pura espuma... Todo me parecía fascinante. Desde el hecho de poder decidir qué se cenaba, ir a comprarlo (los días de vacaciones en los que podía acompañar a mi madre al mercado también eran para mí de lo mejorcito de no tener colegio), y después convertirlo en cosas ricas me parecía pura magia. Hojear libros de cocina también me gustaba mucho. Pensar que un día sería yo quien cocinaría, y no sólo las recetas típicas que no había que tener apuntadas, porque te las sabías de memoria, sino también nuevas, de las de los libros, de ésas que mi madre nunca hacía porque era demasiado lío. Para mí nunca sería demasiado lío. Y no, no lo es.

Yo seguí creciendo, y tampoco de adolescente tuve derecho a mucho más en lo que a cocinar se refiere. Mis amigas me contaban que tenían que hacerse la comida cuando su madre no estaba, y yo me moría de envidia. Porque yo seguía sin poder hacer mucho más que pelar patatas o remover las lentejas cuando mi madre salía a por el pan. Aquello seguía siendo terreno vedado, pero el día en que yo tendría mi propia cocina se acercaba. Hasta que llegó.

Me independicé, y de pronto tuve que hacer de comer. Me compré libros y más libros, y probé platos nuevos. También empecé a hacer platos de los de mi madre, con el consiguiente desconcierto del novato ante los “un puñado”, “lo que pida” o “como tú veas”. Ahora he dado ese paso de no retorno en el que cambio cosas de las recetas sin miedo y con buenos resultados. Ya he entendido el concepto “lo que pida”. Supongo que ya sé escuchar a los guisos. Quién me lo iba a decir.


Ahora cocino a diario. Planificar el menú de la semana e ir a comprar, esa pesadilla para mucha gente, me gusta tanto como comer. Disfruto mucho saliendo a comer fuera, pero aún más me gusta comer dentro. A pesar de tener en contra un factor tan disuasorio para muchos como es tener que cocinar para uno solo. No es nada fácil, pero con el tiempo he ido depurando la técnica de reducir al máximo cantidades o, si no se puede, congelar. Me gusta cocinar porque está rico, es creativo y me hace sentir independiente y lista. 

3 comentarios:

  1. ¡Gracias, Miri! ¡Un gusto tenerte también por aquí! :-**

    ResponderEliminar
  2. A mí también me ha gustado mucho..
    Cómo cada persona se va acercando a sus aficiones, me resulta siempre muy interesante.
    La cocina, para mí, es una forma de reconciliarme con el mundo.
    :*

    ResponderEliminar